Responsabilidades
(Apuntes para la Militancia de 1974
a 2012).
Estos son los participantes del Modelo observados
por el General Perón, y el rol que le hacía caber a cada uno de ellos. Como
anteriormente, agregamos el lugar que les dio el gobierno de Cristina Fernández
de Kirchner.
La JUVENTUD ARGENTINA, llamada a tener un papel
activo en la conducción concreta del futuro, ha sido invitada a organizarse.
Estamos ayudándola a hacerlo sobre la base de la discusión de ideas, y
comenzando por pedir a cada grupo juvenil que se defina y que identifique
cuáles son los objetivos que concibe para el País en su conjunto. Este es el
inicio. El fin es la unión de la juventud argentina sin distinciones
partidarias; y el camino es el respeto mutuo y la lucha, ardorosa sí, pero por
la idea.
Unidos, y Organizados. Por organizaciones
barriales, sociales, de militancia política como las que forman parte del
título, o por dentro de las estructuras orgánicas de los diferentes partidos
políticos que apoyan a este modelo de país.
La juventud se organiza y se mantiene unida.
Discute como se le pidió sus objetivos para el país. Tiene sus representantes,
muchos de ellos ejerciendo cargos electivos. Discute y lucha por sus ideas, y
se prepara ahora sí, para el trasvasamiento generacional, que debería ser algo
continuo en nuestro devenir político en lo sucesivo, de modo que no vuelva a
estar perseguida o excluída.
Párrafo aparte, para la extensión del derecho
al sufragio a los jóvenes a partir de los 16 años, verdadera muestra de respeto
y preocupación por las inquietudes de la juventud nacional.
Los TRABAJADORES, columna vertebral del proceso,
están organizándose para que su participación trascienda largamente de la
discusión de salarios y condiciones de trabajo. El país necesita que los
trabajadores, como grupo social, definan cuál es la sociedad a la cual aspiran
de la misma manera que los demás grupos políticos y sociales. Ello exige
capacitación intensa y requiere también que la idea constituya la materia prima
que supere a todos los demás instrumentos de lucha.
Este es, desde los tiempos del General Perón,
el gobierno que más beneficios ha restituido a la clase trabajadora. Ni el
gobierno, ni su presidenta, han sido neutrales en este sentido. A su vez, Juan
Carlos Tomada, con 10 años consecutivos como Ministro de Trabajo, ha sido el
funcionario de mayor duración ininterrumpida al frente de dicha cartera en la
historia del país. Sabemos que con la fuerza que posee la clase trabajadora,
(más allá de sus dirigentes que son ocasionales) lo anterior hubiera sido
imposible con un gobierno contrario o cuanto menos ajeno a las demandas de esta
columna vertebral del movimiento peronista.
Como bien nos enseña el General Perón e
interpreta la Presidenta, su participación debe ir mucho más allá de la
discusión por los salarios (no debemos olvidar que el salario mínimo se
multiplicó por 10 veces en la última década y empujó a todos los salarios hacia
arriba) y luchar por la idea, que en caso de los trabajadores, está
representada por la distribución igualitaria entre capital y trabajo de la
renta nacional. El famoso “miti-miti” que tan cerca se está de alcanzar, a
partir de las políticas encaradas por el gobierno.
Los EMPRESARIOS se han organizado sobre las
bases que han hecho posible su participación en el diálogo y el compromiso. De
aquí en más, el Gobierno ha de definir políticamente, actividad por actividad,
y comprometer al empresario en una tarea conjunta, para que su capacidad
creativa se integre al máximo el interés del País.
Esta consigna se mantiene. Si bien el
empresariado argentino es de un tipo bastante particular (ver Arturo Jauretche
– El medio pelo en la sociedad argentina) donde para muchos la empresa es solo
un medio para alcanzar otros fines (comprar campos, o vender sus activos a
firmas extranjeras) prima en la actual cabeza de las entidades empresarias
tradicionales (no las cooptadas por ciertos medios oligopólicos) la idea de
acompañar el actual proceso económico, pues como bien señala la Presidenta,
muchos de ellos en esta década han ganado lo que nunca.
La última cena por el día de la industria
(02.09.2012) realizada en Tecnópolis con la presencia de Cristina Fernández y
todo su gabinete es una muestra de que el actual gobierno mantiene en alto los
postulados del Modelo Argentino.
Adicionalmente, define políticamente como
expresa el texto anterior, las necesidades del país actividad por actividad (y
vigila al empresariado para no desviarse de este cauce). Esta tarea de alto
sentido patriótico la lleva delante de manera incansable, el Secretario de
Comercio Interior Guillermo Moreno, de probada y extensa militancia peronista.
Para identificar el papel de los INTELECTUALES,
hay que comenzar por recordar que el País necesita un modelo de referencia que
contenga, por lo menos, los atributos de la sociedad a la cual aspira, los
medios de alcanzarlos, y una distribución social de responsabilidades para
hacerlo.
Este proceso de elaboración nacional tendrá que
lograrse convergiendo tres bases al mismo tiempo: lo que los intelectuales
formulen, lo que el País quiera y lo que resulte posible realizar. A ellos toca
organizarse para hacerlo.
Hasta los intelectuales, que por momentos no
entendieron a Perón, volvieron a organizarse del modo que el General había
previsto en el Modelo Argentino. El espacio Carta Abierta es una muestra de
ello.
Este grupo de opinión favorable al actual
gobierno no sería tal si el actual gobierno no les hubiera mostrado que se
movía hacia un cierto modelo de sociedad y de país, como se expresa en el
párrafo correspondiente escrito por Perón.
La responsabilidad de los intelectuales es
clara. Y el actual gobierno no la pierde de vista. Se trata de proponer ideas
plausibles, y con contenido patriótico. Y no hacer la mamarrachada de los 17
cipayos que por aparecer en unas páginas gráficas se vendieron a los enemigos
de la patria en febrero de 2012. Actitudes como esa, serán siempre remarcadas y
denostadas, pues son contrarias a aquello que quiere el país.
En cuanto a la MUJER, estamos profundamente
satisfechos, como mandatarios y como hombres, de su evolución en nuestra
sociedad. Más de veinticinco años pasaron desde que la asignación del derecho
de voto femenino terminó con su subordinación política. Nuestras mujeres
mostraron desde entonces que pueden trabajar, elegir y luchar como los varones
y preservar, al mismo tiempo, los atributos de femineidad y de esposas y madres
ejemplares con que impregnan de afecto nuestra vida.
Qué mejor cierre que la referencia a la mujer
argentina. Este es el gobierno de mayor participación femenina de la historia.
Tiene mujeres a cargo de los ministerios de Desarrollo Social (la función
actual de lo que hacía Evita, digamos) de Seguridad, y de Industria; dos
gobernadoras de provincias, y podríamos seguir largamente. Sin dudas, no solo
votan, eligen, luchan y asumen responsabilidades ejecutivas, sino también lo
más importante de todo: Hemos elegido a una mujer, que ha sido quien mejor ha
sabido interpretar los lineamientos del “Modelo Argentino”, legado póstumo de
Juan Domingo Perón, dos veces consecutivas, como Presidenta de todos los
argentinos. Y lo que es mejor, ha venido desempeñando su cargo con alto grado
de lealtad y patriotismo, pese a sufrir odiosos embates de todo tipo, desde el
momento de asunción de su primer gobierno.
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Esta nota concluye la saga de cinco capítulos tendientes a mostrar que Cristina y Néstor Kirchner, han sido quienes mejor interpretaron el pensamiento póstumo de Juan Domingo Perón. Sin detenerse en la discusión ideológica de las distintas facciones peronistas de los años 70 y subsiguientes también, sino aplicándoles cuando les fue posible, haciendo foco en la soberanía política, la libertad económica y la justicia social para nuestra querida Patria, sumando además mejor democracia, participación popular, y la continua búsqueda de verdad y justicia.
Espero que les haya resultado de interés. Si fue así, les pido difundir esta exposición.
Si querés leer los capítulos anteriores, estos son los links.