viernes, 13 de marzo de 2020

El mundo que conocimos hace 20 años atrás, no existe más (Por Jorge Rachid)



Jorge Rachid es uno de nuestros columnistas de cabecera con sus publicaciones en la Naky, la Red Nacional y Popular de noticias.
Esta nota parece ser un excelente resumen de su pensamiento.


Lo que antes identificábamos como factores externos de agresión colonial, económica y cultural, las designaciones como Imperialismo, Neoliberalismo, colonialismo y otras denominaciones, han quedado difuminadas frente a un enemigo sin rostro, amorfo, supranacional, que toma decisiones, que se imponen a nivel internacional, que van desde los mercados globales a la salud mundial.
Los estados nación que surgieron después de la etapa del feudalismo y que se afianzaron conceptual y económicamente como países soberanos, están siendo borrados por estrategias financieras, mediáticas y militares, que tienden a su pérdida de identidad nacional. Su transformación en estados fallidos, poniendo en discusión sus sistemas de representación, que cuestionan la democracia, tal cual es hasta hoy, permitiendo que gobernantes con el 6% de reconocimiento popular, sigan gobernando en base a la represión y el disciplinamiento social, como en el caso de Chile.
Pero si esos mecanismos no funcionan, siempre está lista la solución militar, golpista, brutal e inhumana como en Bolivia, en una medida ejemplificadora sobre América latina, en la fijación de límites permitidos, por el enemigo, a los funcionamientos, antes soberanos de los países.
La financiarización de la economía, es decir producir dinero con el dinero, en donde los conceptos de inversión, producción, bienes y servicios queda subsumido a los sistemas financieros, que encadenados en la globalización de los Mercados, sufren golpes ocasionados por especulaciones, generadas en ámbitos desconocidos para el común de los pueblos.
Esos golpes repercuten, en forma amplificada en los países, con eje en la macro economía, naturalizando conceptos que están lejos de los pueblos, como riesgo país, déficit fiscal, equilibrio financiero, crisis externa, bolsa de monedas, entre otras tantas diseminadas por los medios, como si fuesen el bozal de la vida de los pueblos, que siempre son los dueños de lo único que conocen, que es la sucesión de ajustes y los retrocesos en la calidad de vida.
El ser humano ha desaparecido del radar de la construcción, en el imaginario común de los seres humanos, en una avanzada cultural que ha sido dominante y lo sigue siendo, que cultiva, desde el individualismo a la diáspora social, desde el racismo a la meritocracia, avanzando sobre los modelos educativos y destruyendo los ejes solidarios de salud y previsionales. Esos modelos solidarios son reemplazados por sistemas de lucro, que segmentan socialmente, entre integrados y excluidos.
Entonces estamos ante un nuevo mundo, con otros actores, con sistemas de representación gastados e inútiles, ante la aparición de nuevos actores innominados, ocultos, transfigurados en personajes patéticos como los gobernantes payasos, verdaderas marionetas de los últimos años, desde los Bolsonaro a Macri, desde los Salvini en Italia al cómico profesional, presidente de Ucrania. Todos ellos fabricados en usinas clandestinas de poder hegemónico global, constituido desde banqueros hasta millenian cibernéticos, para quienes el mundo, es un gran tablero de ajedrez de negocios y materias primas.En donde si pueden avanzar con democracia mejor, pero si ésta falla, el juicio político lo desplaza, lo encarcela, lo envilece, frente a la opinión pública al Líder que se atrevió a romper “lo políticamente correcto”, lo pautado y guionado por los dueños del poder.
Entonces la pregunta del millón es como pararse ante esta realidad, como enfrentar los desafíos nuevos con armas viejas, como enarbolar consignas del siglo XX, en los nuevos tiempos que han superado categorías definidas, que ya no existen?
Sin dudas también los pueblos han generado nuevos actores, como los trabajadores del trabajo informal, los movimientos sociales, la organización en el marco de la Comunidad Organizada. Pero el enemigo también juega sus fichas con las ONG financiadas a distancia, las iglesias sectarias, que llaman al odio, diseminadas en las barriadas humildes, la especulación como derrota del concepto del ahorro, la estimulación de narco menudeo y hasta los atentados de falsa bandera adjudicados al terrorismo, todo producto de la usina mediático financiera del enemigo oculto.
En medio de la confusión global, sólo el Papa Francisco alza su voz contundente, en el mundo del descarte de los seres humanos, del desprecio a la vida, de un capitalismo voraz, inhumano y cruel, con una acumulación de riquezas que haría a Jesús bajarse de la cruz, a Mahoma seguir luchando en Medina y a Moises volver al subir a la montaña a pedir nuevas instrucciones, porque las Tablas quedaron rotas.
Esta realidad enfrenta el gobierno nacional y popular que debe nuevamente calmar las aguas en un mar de tiburones, pero que si no lo hace con un diseño estratégico que supere este marco restrictivo, solo podrá producir medidas defensivas, sin poder avanzar hacia un Estado de Justicia Social, más allá del bienestar transitorio que pueda llevar al pueblo.
Nuestro gobierno está bajo ataque desde antes de asumir, su actitud frente a las catástrofes encontradas es repararlas, en especial la humanitaria del hambre, los niños y los jubilados, más los endeudados, mientras pulsea por una deuda ilegítima y canalla. Si esas medidas paliativas las encadena con los desafíos estratégicos, que permitan al conjunto del pueblo vislumbrar un camino de consolidación, el campo popular organizado, permitirá superar la asimetría de fuerzas que hoy encuentra el gobierno.
Ninguna discusión estratégica debería estar fuera de agenda, desde los servicios públicos recuperados para el estado, hasta una nueva ley de tierras que asegure soberanía, desde una Argentina Bicontinental con una política de Defensa nacional que incorpore al ideario de Patria a las FFAA, hasta una Nueva Constitución.
Repensar un nuevo estado que dé respuestas a la demanda de la hora, ya que el viejo, está carcomido por la intrusión de los factores de poder hegemónico.
Cuente el gobierno con el apoyo del pueblo, movilizado y esperanzado con la alegría de un nuevo comienzo, cuando avance aún más, en plantar cara al enemigo, que descree de los pueblos y piensa que desde su armado estructural, puede vencer la conciencia histórica de Patria Grande de los argentinos.

lunes, 13 de mayo de 2019

Sobre “eliminar” la Justicia - Por Mempo Giardinelli

Cuatro años sin publicaciones. Un llamado a silencio casi protector. Pero esta nota de hoy, no la queríamos dejar pasar, porque un cambio como el promovido, se impone.
El original, aquí: https://www.pagina12.com.ar/193434-sobre-eliminar-la-justicia

Sobre “eliminar” la Justicia                   Por Mempo Giardinelli
Quienes sostenemos la necesidad de cambiar la Constitución Nacional tenemos, entre otros argumentos, la convicción de que no sólo la historia constitucional argentina contemporánea es escandalosa, sino que el estado terminal del hasta ahora llamado Poder Judicial se vincula a ella. De donde cambiar una, implicará necesariamente cambiar la otra. Desde que la Constitución de 1949 fue anulada violentamente en 1956 mediante lo que un gobierno de facto llamó “bando revolucionario”, y el constitucionalismo argentino empezó a derrapar, también el servicio de justicia se fue degradando al punto de que hoy, en los hechos y para millones de conciudadan@s, el Poder Judicial es más un feudo corporativo y un arma de sometimiento que un sistema republicano de impartición de Justicia.
Así, desde hace décadas –pero sobre todo en los últimos tres años y medio– vemos cómo la presión política, la corrupción corporativa y el autoritarismo son norma judicial en todas las provincias y casi todos los fueros, y con poquísimas excepciones. Hoy ya no asombra, ni muchos menos espanta, que un presidente de la república, un ministro de Justicia y un miembro del Consejo de la Magistratura operen abiertamente para destituir jueces federales; ni que se presione a cámaras de alzada para quitarle causas a otro juez; ni que un fiscal cuestionado pero “protegido”; por sus pares eluda groseramente testimoniar ante un juez que lo cita varias veces; ni que los mal llamados “servicios de inteligencia” operen, chantajeen y atemoricen como es público y tan notorio como un hato de gorilas golpeándose el pecho en la cancha de Boca.
Pero es notable que, si ante tantas evidencias uno cuestiona que la Justicia muestra comportamientos mafiosos tolerados, y va y dice que ese Poder Judicial ha devenido en un sistema arbitrario y clasista, entre aristocrático y barrabravista, lento, caro y patriarcal, racista y arbitrario, y convertido de hecho en un sistema de poder político temible y para algunos hasta aterrador, entonces los sostenedores y beneficiarios de ese Poder salen con los tacones de punta. Y la sola denuncia mediática y la propuesta de terminar con ese sistema desatan furibundos ataques mediáticos para tergiversar las argumentaciones e impedir que se razone.
Esto ha llevado a lo que ya señaló esta columna: que la ajuricidad es el principal hecho maldito de la Argentina actual. Y cuando eso sucede, cuando ya no hay justicia, sólo quedan dos caminos: o la Ley de la Selva, o un cambio profundo y radical para dotar a la república de un nuevo Sistema de Justicia.
Que es perfectamente posible, además de deseable, necesario y urgente, y para lo cual el primer paso es –cabe la insistencia frente al silencio corporativo– declarar en comisión a las estructuras superiores del Poder Judicial, es decir a la judicatura completa, o sea a todos los jueces y fiscales. Y organizar rápidamente concursos académicos de antecedentes y oposición, con asistencia de juristas probos, nacionales e internacionales –que los hay– para tomarles exámenes de competencia jurídica y ética, y así recomponer el sistema con una nueva magistratura democrática y verdaderamente independiente. Y asegurarlo y ratificarlo todo después mediante vías plebiscitarias o referendums.
Esto fue condenado por uno de los escribas más tenaces e hiperconservadores de los mentimedios argentinos –quien calificó esta propuesta de “idea trasnochada”– y así avaló y acompañó al ministro Garavano y sus milicias de trolls anonimizados en la distorsión de estas argumentaciones. Que luego fueron maliciosamente repetidas a coro por una docena de “famosos” del cholulaje televisivo oficial. De donde resulta claro que por eso mismo estas ideas deben ser reiteradas para hacer docencia cívica, y ése es el sentido de esta nota.
No hay mejor modo de despolitizar, democratizar y limpiar la administración de Justicia que terminar con la dictadura corporativa. Para ello, la propuesta del Manifiesto Argentino se completa con la idea de que para garantizar una buena administración de justicia para el pueblo argentino lo primero es eliminar –sí, eliminar en su primera acepción de “quitar, separar, prescindir”– a un Poder Judicial concebido romántica y clasistamente para el Siglo 19 pero que hoy se ha pervertido y garantiza cualquier cosa menos Justicia. Y reemplazarlo de inmediato con un Sistema Judicial cuya independencia política y su autonomía frente al Poder Ejecutivo y Legislativo estén resguardadas por una nueva Corte Suprema integrada por entre 9 y 19 jueces, elegidos y/o refrendados por votación popular, con diez años de mandato, sin posibilidad de reelección en sus cargos y pagando impuestos como toda la ciudadanía.

También por todo esto el MA sostiene, desde hace años, la necesidad y urgencia de una nueva Constitución Nacional, que deberá ser sabia, precisa, clara e hiperdemocrática para habilitar y fortalecer una democracia participativa y no exclusivamente representativa como hasta ahora.

sábado, 30 de mayo de 2015

Excelente respuesta del ministro De Vido al cipayo diario La Nación

Entre lo poco que se publica últimamente por acá, no suele ser usual que tomemos notas que otros escriben, pero esta no tiene desperdicio. Debería ser lectura obligatoria por todo argentino que se precie de patriota.

El diario “La Nación”, la geopolítica de la emancipación y el Centro Cultural Kirchner

Por Julio De Vido  Ministro de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios.

Para la fuerza política que desde el golpe de Estado de Rivadavia contra el bloque unionista e independentista sanmartiniano, en 1812, viene honrando y ejecutando a rajatabla la máxima de “el mal que aqueja a la Argentina es la extensión” y sus hijas dilectas “achicar el Estado es agrandar la Nación” y “civilización o barbarie”, para esta fuerza política de naturaleza reaccionaria, conservadora, antipopular, antidemocrática y antiargentina, la construcción de obras de infraestructura “monumentales” para el desarrollo y la consolidación del mercado interno, la industrialización, la ciencia y la tecnología funcionales a la autosuficiencia y la emancipación social y cultural, la modernización económica y la mejora progresiva de la calidad de vida de la población constituye una aterradora pesadilla. ¿Por qué?
Porque está en la sangre del mitrismo, histórico y presente, la lucha por una republiqueta en la cuenca del Plata de las dimensiones de una Alemania, una España o una Gran Bretaña, pero con una población reducida a un puñado de miles. Una republiqueta semicolonial aliada a los centros manufactureros de Europa y América del Norte, sometida a sus designios, eternamente productora de granos y carne, a su vez perpetuamente dominadora de las provincias constitutivas de la Argentina-Nación soñada por nuestros grandes libertadores. Intentaron, desde aquel mismísimo golpe de Estado de 1812, fundar una semicolonia para unos pocos, en detrimento del 99,9 por ciento de la población, población a la que por supuesto intentaron primero disminuir lo máximo posible a través de recurrentes genocidios de los que, vergonzosamente, al día de hoy, sienten orgullo y reivindican, como la Guerra de la Triple Infamia, los fusilamientos y el golpe de 1955, los 30.000 desaparecidos y el genocidio socioeconómico entre 1976 y 1983. Cinco millones de hermanos paraguayos –entre ellos millones de mujeres y niños– fueron masacrados por el fundador del diario La Nación; su “gesta”, por increíble que parezca, sigue siendo aplaudida y justificada desde sus páginas, de la misma manera que desde sus páginas también celebran y defienden hoy la autodeterminación de la población implantada por el colonialismo británico en las Islas Malvinas, en 1833.
Pero el pueblo argentino, si bien avasallado y ultrajado, pudo y puede más. Las intentonas separatistas del mitrismo fueron abortadas. Quedó no obstante, y producto de nuestra irresuelta cuestión nacional desde 1810, una Nación a medio tránsito de su definitiva emancipación, desigual y desbalanceada. En 2003, al asumir Néstor Kirchner la presidencia y retomar el programa histórico de una nación bajo el espíritu y los objetivos del Plan de Operaciones de Moreno y Belgrano, la ideología y el accionar de Artigas, San Martín, Bolívar, Dorrego, Rosas, Yrigoyen y Juan Domingo Perón, al asumir Kirchner en 2003, la Argentina estaba reducida a una atrofiada semicolonia, siquiera próspera, como en el Centenario, limitada geográficamente a la Avenida General Paz, como otrora habían soñado y luchado Rivadavia, Mitre y Tejedor. El presidente argentino, entre sus primeras obras de gobierno, se propuso reincorporar a la Nación a millones de compatriotas así como a provincias enteras, excluidos por la fuerza, no ya de los fusiles importados y financiados desde Londres, sino de herramientas de dominación maquinadas desde igual origen, pero aún más poderosas, como el empobrecimiento extremo, la dependencia, el endeudamiento y la colonización cultural.
En estos últimos doce años –record histórico de permanencia del pueblo en la Casa Rosada y del Jockey Club afuera de ella, que es donde debe estar–, con Néstor Kirchner y con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, la República Argentina ha renacido en calidad de Estado nacional. La planificación de la Argentina como soñaron los verdaderos revolucionarios de Mayo y no los contrarrevolucionarios que desterraron a Mariano Moreno, maestros de quienes luego harían lo propio con Artigas, San Martín, Rosas, Yrigoyen y Perón, entre otros, la Argentina soñada por los revolucionarios de Mayo vuelve a ponerse de pie con obras de infraestructura masivas y hechos concretos a la altura del desafío bicentenario, a la altura de las necesidades de un pueblo históricamente postergado pero resuelto a hacerse cargo de su presente y su porvenir, a la altura de nuestro ingenio y nuestras capacidades, de la inmensa geografía, de las maravillosas fuerzas productivas deliberadamente obstaculizadas pero siempre latentes. En definitiva, se ha puesto de pie una Nación que avanza a paso de vencedores hacia su segunda y definitiva emancipación, como señaló en reiteradas oportunidades la Presidenta.
¿Cómo no comprender, pues, el rechazo profundo que le genera el mitrismo del siglo XXI, un gobierno popular, nacional y verdaderamente democrático que no sólo empuja los límites de la Patria a las fronteras políticas por todos conocidos sino que entiende, piensa y practica a la Patria desde la América del Sur, y desde el país profundo hacia Buenos Aires? ¿Cómo no comprender el terror que provoca al mitrismo contemporáneo –el de la aldea para un puñado de terratenientes, ganaderos y comerciantes– la realización de obras monumentales dispersas por toda la geografía nacional, con inversiones por centenares de miles de millones de pesos? ¿Cómo no comprender que aborrezcan de satélites propios quienes aplaudían llegar a Japón en una hora y media y a otros planetas desde bases espaciales en Córdoba, bases prometidas por la “civilización” occidental en función de nuestros buenos oficios como administradores de la pobreza, el subdesarrollo y la exclusión? ¿Cómo no comprender el rechazo al relanzamiento del Plan Nuclear, a la terminación de obras energéticas para la inclusión social y el desarrollo federal, a la recuperación de YPF y su rescate de los españoles herederos del saqueo que siguió a la conquista y abrió nuestras venas por siglos? ¿Cómo no comprender el vacío que sienten al no ser gobernados por intereses foráneos, al no ser auditados por los técnicos del FMI, administradores de endeudamiento para la estafa y el desmantelamiento del nuestra justificación como Nación? ¿Cómo no comprender el odio que les genera a la nuevas generaciones de mitristas encontrarse en un país que exporta Molibdeno-99, reactores nucleares de experimentación, software y biotecnología, que promueve relaciones comerciales y políticas con potencias no tradicionales, cuando sus antepasados dieron su vida por un destino de granero del mundo?
4134 kilómetros de gasoductos en construcción con el Gasoducto del NEA; los más de 3000 kilómetros ya construidos y los 5800 kilómetros de líneas de alta y extra alta tensión igualmente instaladas; los miles y miles de kilómetros de rutas y autopistas nuevas; decenas de miles de kilómetros de fibra óptica que interconecta al país y lo ubica a la vanguardia regional en telecomunicaciones y tecnología de la información; las nuevas universidades y hospitales de alta complejidad públicos, así como los centros de medicina nuclear, parte de un plan nacional en esta especialidad médica inédito en la historia del país y latinoamericana; marcos regulatorios por doquier para fomentar un desarrollo genuinamente federal y con inclusión, bajo la protección de un Estado eficiente, promotor de la actividad privada de todo capital privado que quiera honrar a su pueblo (y no saquearlo); y ahora, a todo esto, más lo mucho que nos ha quedado sin mencionar, el centro cultural más importante de América latina y al nivel de los más prestigiosos del mundo.
¿Y qué responde a todo esto el mitrismo contemporáneo? ¿Qué responde a todo esto un mitrismo harto, agobiado y superado de pueblo, de soberanía, de consolidación de la autosuficiencia y la emancipación nacional? Lamentables y nuevas zonceras, como por ejemplo lamentarse del nombre del flamante centro cultural, justamente ellos, que tienen a un Mitre y a un Rivadavia en la abrumadora mayoría de las calles, avenidas, paseos y espacios del país, próceres de la semicolonia y la barbarie genocida e institucional que puso al pueblo de las Provincias Unidas al borde del abismo en más de una oportunidad; se quejan del nombre ellos, los que al día de hoy y en el emporio oligárquico robado a Juan Manuel de Rosas en el barrio de Palermo, siguen denominando una sala con el nombre de José Alfredo Martínez de Hoz, y que no perdonan haber descolgado los cuadros de los genocidas.
El pueblo argentino que hoy goza de satélite propio y de nuevos reactores nucleares, que tiene cada vez más obras y energía en función de sus crecientes necesidades, su extensísima nación, su genio y su orgullo, es el mismo pueblo que quiere comer cada vez más lomo –ese exquisito corte que el mitrismo destinó siempre a la civilizada Europa y que hoy llora por su progresivo consumo interno– todos los días de su vida, y si puede en un restaurante de las afueras del Centro Cultural Kirchner, después de haberlo visitado y haberse empapado e imbuido de Patria, mejor aún. El pueblo argentino que ha celebrado masivamente en las calles el Bicentenario y este 25 de Mayo de 2015, que se alimenta y vive mejor, que ha fusionado ya su sentido común con el sentido nacional, es el pueblo argentino que ya no necesita viajar a Londres, París o Nueva York para adentrarse en uno de los edificios generadores y promotores de cultura más importantes del mundo. Lo tiene en su propio terruño.
Y se equivoca el diario mitrista cuando en su editorial de hoy afirma que el Centro Cultural Kirchner se ha hecho para “competir con el Teatro Colón”; el pueblo argentino no compite, siquiera con sus verdugos; el pueblo argentino tampoco excluirá de la historia a los próceres de la semicolonia ni su legado, borrándolos de libros, calles u obras heredadas del Centenario o de tiempos de padecimiento y dolor; eso sí, los estudiará y los apreciará en su justa medida. Y se equivoca también el pasquín del centralismo porteño y la republiqueta del tamaño de una Alemania en el Plata, pero con un par de familias en calidad de población: no ha habido más y mejor federalismo que el de estos últimos doce años. El Centro Cultural Kirchner podrá estar en la ciudad capital, pero las universidades, los hospitales, las rutas, los gasoductos, los acueductos, las centrales energéticas, los planes de vivienda, los programas sociales, las inversiones y la infraestructura del tipo que sea dice presente y avanza en las 23 provincias y 24 jurisdicciones. El padre de ese federalismo genuino, de esa Argentina-Nación ha sido Néstor Kirchner; y su madre, la actual Presidenta de la Nación. Nuestro pueblo es absolutamente consciente de ello y así se manifestará en octubre.

 




miércoles, 22 de abril de 2015

Asís: El de las operaciones encubiertas

Se vienen tiempos difíciles, que obligan a estar más atentos que nunca.


El ejercicio de la política consiste entre otras funciones, en debatir ideas y principios, posicionándose a favor de determinados grupos sociales, etarios, religiosos, etc.
La farandulización de la política tan en boga en estos momentos, es exactamente todo lo contrario. Es tratar de discutir boludeces, para ocultar los temas importantes, que la gente no entienda, no sepa, no proteste por lo que le interesa. En definitiva, es también, imponerle la agenda de terceros, al pueblo soberano.


El pasado 7 de abril, Guido Croxatto, a quien considero una de las mejores plumas jóvenes del Derecho Argentino, publicó una nota acerca de los valores pregonados en la campaña por las PASO porteñas, titulada La Educación Sentimental, igual que la última obra de Gustave Flaubert.
Conviene leerla más de una vez, y luego, volver sobre la introducción de dicha nota, pues se divide en dos partes. La primera acerca de lo que es importante en política y cómo se lo trata de eludir a conciencia desde algunos medios, es la que nos interesa en este caso. La segunda parte, es la que alude a los candidatos porteños. Volveré sobre este tema más adelante en la nota.



Hubo un hecho que me llamó poderosamente la atención días atrás. Fue la aparición de un twit del operador político Jorge Asís (ex Ministro de Cultura durante el menemismo, el mismo que en estos días clama para que Massa baje su candidatura y se alinee detrás de Macri para formar un único frente opositor al gobierno nacional y popular)  donde indicaba que en la reunión mantenida en Olivos entre Máximo Kirchner y Marcelo Tinelli (a la cual nadie pudo confirmar y que ocurrió en momentos en que se lo vio al presentador televisivo paseando por Europa), el fundador de La Cámpora, le habría ofrecido a Tinelli la candidatura a gobernador bonaerense.
Con el aval de La Doctora y Scioli Máximo propone a Marcelo Tinelli para la gobernación de la provincia (inviable) de Buenos Aires.    — Jorge Zaín Asís (@CayetanoAsis) abril 10, 2015


Asís tiró la piedra y la dejó correr. Ni siquiera se animó a hacer una publicación al respecto en su sitio web, ni en su habitual columna incendiaria en el sitio InfoBAE.com. Era tan burda la idea, incluso más que muchas de las alucinaciones que publica, que esta vez no se animó.
Ahora, si su intención fue tirar la bomba de humo para distraer, lo logró. Porque durante varios días hubo comentarios y desmentidas dentro del FPV, mientras los candidatos del espacio, seguían caminando la provincia en campaña. Nadie lo refutó como correspondía. Sobraban motivos para hacerlo. Los explico, y vuelvo sobre el principio.




La operación de Asís, no fue para dañar al FPV o distraer la campaña a la gobernación bonaerense. Fue también para ningunear a Máximo Kirchner, que había quedado muy bien posicionado políticamente luego de su aparición en el programa de Víctor Hugo Morales durante el paro general del sindicalismo opositor, ocurrido pocos días antes, el 31 de marzo.   


De tal forma, pocos días después de que él mismo hubiera tratado de boludos a los directivos del Grupo Clarín por haber intentado tomar por cierta la escandalosa publicación de la revista brasileña Veja, en la que se lo acusaba al hijo de la Presidenta de ser titular de una abultada cuenta bancaria en un banco instalado en un paraíso fiscal dentro de los EE.UU.


Con la pólvora empapada, hoy Clarín catapulta al que se propone destruir.
Ocurrió con Máximo Kirchner. Excesos básicos del antikirchnerismo pasional. Por la falta de criterio al creer que Néstor Kirchner, en 2005, podía dejar 40 millones de dólares en la cuenta de su hijo Máximo.



No pretendo ser el defensor de Máximo Kirchner desde esta columna. Otros lo hacen mucho mejor, y creo además, de que no lo necesita. Ha demostrado ser mucho más inteligente que todos quienes lo critican.
Respecto a sus cualidades como constructor político, me pongo de pie para reconocer su gran trabajo. Vaya cualquiera de quienes lo critican a armar de la nada, un grupo de afinidad de entre 50 y 100 mil personas, más los adherentes inorgánicos, convenciéndolos desde las propias convicciones políticas a ver a cuánto llegan.
A cualquier tipo que tiene representación política propia, se le debe respetar como mínimo, la capacidad de construcción. Máximo Kirchner la demostró sobradamente.
 


Nadie podrá decir que a La Cámpora le falten ideas propias o que se trate de un grupo vacío de contenido. Como constructor político que trabaja para el armado político de Cristina Kirchner (por lejos junto a Néstor la política más capaz de la Argentina de los últimos 50 años) tiene a su lado la mejor escuela. Como cualquiera podría equivocarse, pero no groseramente, como para que Asís nos lo quiera vender como inescrupuloso, para rebajarlo en la consideración.
Porque no resulta creíble la maniobra de la oferta de la gobernación bonaerense a Marcelo Tinelli. ¿Cómo le hubiera bajado línea en tal sentido a La Cámpora, Unidos y Organizados, el resto de las agrupaciones sociales y juveniles y hasta al mismísimo Partido Justicialista para trabajar en dicha candidatura? ¿cómo hubiera conciliado una postura semejante con las expresiones vertidas en aquella entrevista con VHM o más allá en el tiempo en el masivo acto de Argentinos Juniors?


¿Y cuál hubiera sido el sentido de tal oferta política? ¿para ganarle a Francisco De Narváez que anduvo por el 11% de los votos en la elección de 2011 y que puesto a cotejar ideas y propuestas es insostenible?
¿En serio alguien en su sano juicio, sin ánimo de operador político, puede creer que el tipo que de la nada craneó a La Cámpora, el mayor grupo de militancia juvenil de los últimos 30 años, pudiera ofrecerle una candidatura a Marcelo Tinelli que es la más clara representación de todo lo contrario a los valores principales de la política, tales como militancia, compromiso y convicciones?


Por favor, todos quienes militamos en el campo nacional y popular, llevamos años de construcción política. Como mínimo, no nos tomen por zonzos, que nadie tiene mejor leído que nosotros a don Arturo Jauretche justamente.
Que Asís se lleve sus operaciones a otro lado. Pero estemos atentos, porque muy pronto, él, u otro, volverá con cualquier otra operación parecida, tendiente a desprestigiar a alguno de los nuestros.

jueves, 29 de mayo de 2014

Inseguridad y Evasión Impositiva

Existe de un tiempo a esta parte un debate en la sociedad toda en torno al "flagelo" de la inseguridad instalado mayormente desde la agenda de los medios dominantes de la comunicación pública.

Partamos de la base de que, las demandas de mayor seguridad, educación y salud, son siempre justificadas y que nunca alcanza con lo hecho, aún cuando fuera excelente.

Días atrás trascendió que se encontró una actividad de evasión de impuestos en una empresa de comercialización de granos, asociada a una familia vinculada al automovilismo, dándose la evasión precisamente en relación a esta actividad deportiva.

Lo del automovilismo ya no es tan secreto a voces. Muchisimos de los sponsors de la actividad, son empresas agroganaderas. Pero también están allí las más importantes del país, de una gran diversidad de rubros. O sea, hay muchísimo para investigar en dicho ambiente. (Teléfono AFIP).

Lo cuestionable es que por ejemplo, el Estado Nacional fomente este comportamiento (y sea en cierto modo cómplice del daño que recibe) al girar dinero del programa Automovilismo para Todos hacia un ámbito en el cual muchos de los pilotos solventan su hobby, en la desfinanciación del mismo Estado.

Aprovecho entonces el párrafo anterior para hacer un llamado de atención a quienes forman parte de la función pública, en cualquier ámbito, pues antes que nada, su obligación es defender los intereses de la ciudadanía toda, desde dicha función, a través del cuidado de los recursos del Estado.

Volviendo al tema principal, se mostró el ejemplo como un caso de evasión impositiva. Ni que hablar la situación de varias de las principales comercializadoras de granos multinacionales que perdieron su registro otorgado por el Estado para llevar adelante tales actividades, por maniobras muchísimo mayores en volúmenes negociados con fraude al erario público.

Toda esta gente a la que "le interesa el país" es abonada de las páginas de los medios de la cadena del desánimo.
No hace falta hojear muchos ejemplares del diario La Nación para encontrar frases del tipo "el campo financia al país" y "la presión impositiva que soporta es altísima" o "el dinero se despilfarra en los vagos que cobran la AUH" y otras sandeces semejantes.

La realidad muestra que la actividad agroganadera tiene una fuertísima evasión impositiva.
Pero no porque sea la mejor aceitada es la única. El comercio sin entregar factura también lo es y también es consecuencia de dichos comportamientos la dificultad de perforar el piso de un tercio de la población económicamente activa con trabajos no regularizados.

Tal vez no dependa del ciudadano común que compra la sensación de inseguridad la evasión de las grandes empresas, pero sí tenemos culpa en el chiquitaje, que sumado, es la parte más importante¿todos nosotros como ciudadanos asumimos la responsabilidad de pedir la factura al comercio que nos vende?)
Es decir, es hora de que además de pedir, hagamos nuestra parte. Pero, como todos piden, sigo adelante con el eje de esta publicación que es el reclamo por la inseguridad, que se resume en la siguiente fórmula:

Mayor evasión es menos policia y menos seguridad.
En idioma de la calle, a más culos sucios, más delitos. Depende de nosotros.

Los impuestos que pagamos son la fuente de la inversión estatal en los servicios básicos que debe brindar a la población, como salud, educación y seguridad.

El reclamo por mayor seguridad no debe ser únicamente declamativo. Al país lo formamos entre todos.
No tiene obligaciones sólo el Estado. También la ciudadanía. Y cualquier falta, de cualquiera de ambos lados, no habilita nunca a responder con otra falta desde el otro.

Existe mucha hipocresía en nuestro país. Se llenan la boca alabando linchamientos o pidiendo la pena de muerte.
El linchamiento en tanto expresión más acabada de la justicia por mano propia, no se acepta en ninguna de sus formas. Tampoco en la relación entre Estado y contribuyente. Es decir, si los ciudadanos no cumplen con el pago de sus impuestos, el Estado no está habilitado para cerrar hospitales o escuelas. Y de la misma manera a la inversa. Creer que los funcionarios a cargo del Estado no cumplen con sus obligaciones, no nos habilita a evadir los impuestos y desfinanciarlo. Es parte de nuestro contrato social para vivir como una comunidad organizada.

Y que la política no nos tape el bosque. El Estado somos todos.
El gobierno de turno solo lo administra durante cuatro años renovables por nosotros mismos.


¿Con qué autoridad moral puede pedir mayor seguridad quien evada sus obligaciones fiscales o bien no haciéndolo no sea capaz de denunciar aquellos actos de evasión de los que tomara conocimiento?
(ojo que no pido caza de brujas sino un cambio de actitud que nos involucre a todos).

¿Somos conscientes de que la evasión de impuestos tiene como consecuencia la desfinanciación del Estado y que ello redunda en la falta de los servicios que se reclaman?

Desde aquí acompaño cualquier pedido de más y mejor justicia. Pero que haga cada cual su parte.
Si la ciudadanía prefiere seguir ganando un peso más a costa de la desfinanciación del país en el que elige vivir, debe aceptar hacerlo en las condiciones que contribuye a tener.

Tal vez entendiendo el origen de los problemas (no espere el ciudadano que se los muestre la televisión xq a ellos les convienen sus lamentos) hagamos nuestra parte para tener una mejor sociedad y más justa (no solo socialmente que debería darse por entendido) sino también lo que a la administración de seguridad y justicia se refiere.

lunes, 26 de mayo de 2014

Superar a Jauretche - El Desafío del Pensamiento Nacional

No es normal que escriba muy seguido aquí, aunque me gustaría.
Escribir como homenaje a Jauretche hizo que me extendiera, y al leer los diarios del 25 de mayo, me dieron ganas de sumar unas líneas más al homenaje.

Imaginaba luego de ver el recordatorio de parte de varios miembros del Instituto de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego el domingo pasado en Miradas al Sur, que habría algo más para ver en los diarios de hoy.

Dejo como postre de cada semana la habitualmente brillante columna dominical del diario Tiempo Argentino escrita por Hernán Brienza. Pero hoy, al leer el título, ya no pude esperar. Además el título era picante.

Allí se pregunta si no ha llegado el momento para el Peronismo (nadie pide en política para los ajenos y era hora que declararas tu pertenencia de nuestro lado, Hernán) consiga, en tanto expresión principal del Pensamiento Nacional, superar, y tal vez traicionar a Arturo Jauretche.

Cuesta leer la palabra traición luego de que Eduardo Duhalde dijera alguna vez que el peronismo tiene un Día de la Lealtad y 364 de la traición. No lo comparto; asusta la mención. Por eso prefiero hablar de superación, a riesgo incluso de no interpretarte correctamente e invalidar el razonamiento siguiente.

Yo creo Hernán, que si los peronistas (y me permito incluir al resto del campo del pensamiento nacional) traicionamos a don Arturo Jauretche, habremos bajado definitivamente nuestras banderas. Aunque no creo que sea tan literal tu posición.

Espero no estar interpretándote mal si comparto que debemos encontrar un autor, pensador o guía que lo supere, y nos sirva de referencia con una versión adaptada al siglo XXI a todos quienes adscribimos a dicha corriente, mayoritariamente peronistas y kirchneristas, por lógicas razones.

El mismo Jauretche como revolucionario que fue, sabía y aceptaba, que toda revolución se lleva puestos a los padres de las mismas.
Quienes adherimos al pensamiento nacional adscribimos también al revisionismo histórico, que nos enseña a ser revisionistas incluso de nuestras propias obras. Me gusta más la revisión permanente, que la traición, porque va de suyo esa superación que marqué antes.

De todas formas, me parece que algo no fue tomado en consideración.
Jauretche SIEMPRE escribió durante épocas de RESISTENCIA.
En la década infame y durante la resistencia peronista. Por ello fue como puse en una nota anterior un revolucionario.

En cambio ahora, somos gobierno. La forma de escribir y de pensar es diferente como gobierno ((in)formativa, defensiva) que como resistencia (confrontativa) como le tocó a él, que incluso es distinta a la de cualquier oposición democrática.

Además, hay otras prioridades. Como expresaste tiempo atrás en otra editorial, lo más importante para el peronismo de la hora es pensar de qué manera conservar el poder. Aunque tal vez, esta idea, y la del nuevo revisionismo deban ir juntas y sean parte del mismo fin.

Es cierto que en tal caso, los ideales y los paradigmas, deben mantenerse. Pero tal vez, por estar muy preocupados en defender el modelo nacional y popular, no supimos notar esta necesidad de primero mantener el poder, y luego enamorar a la sociedad con un pensamiento nacional que evolucione y se adapte a los tiempos que corren, y que sea abrazado por el pueblo,  recordando, pero a la vez superando, las consignas que nos legó Jauretche.

Si es esto lo que estuviste pensando o tratando de expresar, quiero decirte una vez más, que creo que ves más allá que varios de nosotros; en ese sentido sos un adelantado.
(no me extrañaría; no dudo que algo parecido habrá pensado Cristina Fernández al elegirte para ser el primer entrevistador de su ciclo de charlas).

Hernán, a pesar de haberte visto pocas veces, en cada oportunidad que me fue posible te he expresado cuánto te aprecio. Afecto que nace de leer en tus columnas, la palabra justa y que se refuerza en el hecho de ser contemporáneos, lo cual me parece que me permite apreciar mejor esa calidad.

Por ello me permito plantearte un desafío. Y creo que es el mejor homenaje que le podemos hacer hoy a Jauretche.

Me parece sinceramente (y con esto cierro) que sos el más adelantado pensador nacional y popular de la nueva generación.
Y que por tal motivo sos el más adecuado para hacer punta en llevar adelante la tarea que pedís.

No serán los políticos, enfrascados en la tarea de la gestión quienes puedan llevar adelante la tarea. Van a necesitar un equipo que colabore con semejante “tormenta de ideas”. Sos el más adecuado para ser la guía.
Y no tengo dudas de que el peronismo tiene usinas de trabajo que te pueden acompañar.
Si te animás a tomar este desafío, me pongo a tu entera disposición.


(Voy a usar una digresión típica de Brienza para incluir aquí el último homenaje a Jauretche de esta serie. Don Arturo decía que si miráramos el planisferio de manera invertida, el mundo se vería diferente. El Instituto Geográfico Nacional comenzó a hacerlo (obtuve una copia en la reciente Feria del Libro). Copio la imagen del mismo a continuación, a la espera de la publicación definitiva en el sitio web del organismo, a quienes aprovecho para felicitar con enorme orgullo argentino, por tal excelente idea).


domingo, 25 de mayo de 2014

Homenaje 2 a Don Arturo Jauretche a 40 años de su partida

Algunas citas de Arturo Jauretche a 40 años de su partida, mientras buscamos un sucesor que supere y mejore su obra para seguirnos guiando (lo cual viene a cuento de algo que leí hoy y publicaré en breve).

“Todo es historia. Porque la historia es la política del pasado y la política es la historia del presente”. Y así “la política de la historia falsificada tendió precisamente a cegarnos la visión de los fines históricos que son los nacionales, por fines ideológicos e institucionales. Así ha podido incorporarse a nuestra educación el dogma de que la finalidad de la emancipación argentina fue construir determinado régimen político, determinada forma institucional, y no ser una nación, poniendo en primer término lo formal y en el segundo la substancia. Esa es la tónica permanente de la enseñanza de la historia”.
“Lo que se nos ha presentado como historia es en realidad una política de la historia, en que esta es sólo un instrumento de planes más vastos, destinados precisamente a impedir que la historia, la historia verdadera, contribuya a la formación de una conciencia histórica nacional, que es la base necesaria de toda política de la Nación. Así pues, de la necesidad de un pensamiento político nacional ha surgido la necesidad de un revisionismo histórico."

Hace ya más de 50 años, en “Política y Economía” ya nos instaba a ponernos del lado de la Patria:
“La cuestión es la cuestión nacional. De qué lado nos ponemos en la cuestión nacional. Del lado de la grandeza, de la soberanía, del destino a realizar, o del lado chiquito de un país dependiente, que llegó a puerto y que se resigna con su sucio destino de mediocridad. Porque si una es la opción, hay la posibilidad del soldado, como expresión de ese destino; si la otra, no hay más que la posibilidad del vigilante, que cuida en ese puerto de recalada que no pase nada, que todo esté en orden para los que lo utilizan como puerto, para cargar y descargar su mercadería”.

Y anticipándose a que el movimiento nacional y popular tomaría las banderas de Perón y Evita, y la suya propia, para llevarlas a la victoria, escribió:

“El país todo está en lo de la Patria Grande. Quiere seguir adelante. Hasta ahora le han mostrado, por exclusión, un solo camino para seguir adelante, y toma por ese. Nadie intenta ofrecerle otro, o mejor que otro, la ancha avenida por donde todos marchen confundidos e identificados y si es posible, llevando a la cabeza las viejas banderas y las bandas militares.
Conocen el camino. Son otros los que lo han olvidado, confundiendo un pequeño problema de hombres y de partidos con el problema de la grandeza nacional que rebalsa los hombres y los partidos.
La incomprensión no está abajo, sino que está arriba, y no hay rencor ni revancha que impida que la multitud marche hacia su bandera, cuando la bandera está donde debe estar”.

“Vencida la Confederación, nos quitaron el destino de Patria Grande para reducirla a la idea casi municipal de un estado administrador y una economía, un pueblo, una política internacional y fuerzas armadas complementarias de otros intereses nacionales distintos y opuestos a los nuestros. En definitiva, tener política nacional, o negarnos a nosotros mismos en una situación de dependencia social y cultural. Comprenderlo es imposible sin el conocimiento verdadero de la historia. Su conocimiento, es decir, su revisión, se hace imprescindible para reanudar aquellos hilos y darle al pensamiento nacional el sentido de Patria Grande al que va aparejada la posibilidad de ser efectivamente una Nación."


Como crítico acérrimo del monocultivo, pensando en las vacas, anticipaba lo que viviríamos con la soja. Aún nos debemos la industrialización de la producción agro-ganadera, que hace ya 50 años sabíamos que nos ayudaría a crecer como nación.

"Por razones políticas y casi filosóficas, no podemos comerciar con China. Si cada chino consumiese medio kilo de carne por año, no tendríamos el cupo necesario para cubrir ese mercado. ¡Entonces sí que tendríamos que aumentar la producción y tendríamos precio para convertir todas las praderas de la zona húmeda en praderas artificiales, y para poblar de haciendas toda la zona llamada “semidesértica” del país, que las admite, cuando la carne que hay que exportar no es el selecto producto que demandan las mesas  británicas, sino el modesto bife que necesita consumir un chino, o un malayo, un congolés, un venezolano, un cubano o un brasileño. Porque esos mercados representan no solo la exportación de carne, sino de comidas elaboradas, aprovechamiento hasta el máximo de los subproductos, industrialización de todo con salario e interés de capital que queda en el país".

sábado, 24 de mayo de 2014

Homenaje a Don Arturo Jauretche a 40 años de su partida

Sin dudas 1974 fue un año bisagra de la historia argentina.
Para quienes adscribimos al Pensamiento Nacional, fue un año de varias pérdidas.
Comenzando por el líder del movimiento nacional y popular, Juan Domingo Perón, pasando por dos de sus mejores pensadores, Arturo Jauretche y Juan José Hernández Arregui, sin olvidar a militantes de la talla de Rodolfo Ortega Peña, Julio Troxler, y el Padre Mugica.

Hoy quiero hacer foco en el más importante pensador argentino del Siglo XX, de quien se cumplen 40 años de su desaparición física. Don Arturo Jauretche.

El hombre que empezó hablando durante la década infame desde una tarima a un puñado de personas, y se convirtió en un referente y guía de varias generaciones de argentinos, que abrazan la causa del pensamiento nacional.

Denunció la dependencia con Inglaterra durante la década infame, combatió el pacto Roca-Runciman, fue el mejor presidente de la historia del Banco Provincia, poniéndolo al servicio de la producción y el trabajo, predijo la entrega de la fusiladora en El Plan Prebisch, y también se anticipó más de medio siglo al debate por la Ley de Medios en Los Profetas del Odio.

Tal vez, fue más grande luego durante la Resistencia a partir de sus escritos, que todo lo que ya lo había sido hasta 1955 poniendo el cuerpo por la causa de lo nacional.

Nos enseñó que en los niveles primario y secundario de nuestra educación nos mintieron deliberadamente la historia. Basta recorrer el Manual de Zonceras Argentinas, un libro que debería ser de lectura obligatoria en los todos los colegios secundarios del país.

Nos confirmó hacia dónde mirar en la búsqueda de la verdad histórica en Política Nacional y Revisionismo Histórico de donde se extraen algunas líneas que se transcribirán luego, aunque podría publicarse todo el libro, porque no tiene desperdicio.

Y también nos mostró cómo es y/o gusta de ser, esa parte de la sociedad que sólo mira ombligos. El suyo y el de los otros, sin mirar más allá para sentirse parte del pueblo al cual, a su gusto o no, pertenecen. 
Ese tratado de Sociología que es el Manual de Zonceras Argentinas es de los libros que deben leerse cada dos o tres años como mucho.

Y ya era el tío o abuelo piola que todos quisimos tener, cuando poco antes de dejarnos publicó “de pantalones cortos” que es uno de los mejores retratos de la pampa húmeda del centenario que se podrán encontrar.

Fue uno de los más claros pensadores nacionales y un verdadero (si no el mejor) revolucionario del siglo XX. Porque antes de llegar a ser todo lo que fue, cuando aún no era don, Arturo Jauretche fue un revolucionario. 
Primero con la espada, en Paso de Los Libres (historia que volcó en su libro homónimo) y luego también en la función pública.

Y por entender precisamente de revoluciones, predijo sin dolor, y asumió luego con hidalguía, que el peronismo, la versión política más acabada de la causa nacional y popular, se lo llevaría puesto a él, y a los demás precursores que abrieron el camino de dicho movimiento. Porque así son precisamente las revoluciones. Y fue leal a la causa, poniendo a la Patria y al Movimiento por delante de sus intereses personales.

Don Arturo Jauretche fue un verdadero patriota. Un PROCER de verdad.
Y como tal, se nos fue hace ya 40 años, un 25 de mayo de 1974, en el día de la Patria. No merecía menos homenaje.

Vaya este sentido recuerdo de parte de un lector comprometido con el pensamiento nacional y el revisionismo histórico, que como se habrá notado, tiene a Jauretche como autor de cabecera.

viernes, 23 de mayo de 2014

Olivá, María Julia, y andá vos a laburar

En el día de ayer la periodista María Julia Olivan publicó esta nota en el sitio web de Infobae.

Me resulta incalificable. 
Ojalá puedan leerla más de una vez como me animé yo, para poder escribir todo esto que sigue. Cosas como esta, son las que no tenemos que dejar pasar.

Parece que no es la primera vez que escribe sin chequear, y queda expuesta a ser fácilmente rebatida.

La nota es un compendio de lugares comunes de “señoras gordas” como no le gustó que la llamaran días atrás en TV, pero donde parece que se esfuerza en ubicarse. Aclaro que este término no lleva estigmatizaciones para con quienes sufren la obesidad, que es una enfermedad y una epidemia de nuestro tiempo,  sino que explica a la gente que opina desde la comodidad de tener la vida resuelta fácilmente sin esfuerzo (que consta que no es su caso).

La nota arranca suave, con una lección de economía de entrecasa, toda mezclada y mal hecha.

1) Hace mención a la carga impositiva de ganancias para los asalariados (que solo alcanza al 10% de ellos) y el IVA generalizado a los bienes de consumo. Este último alcanza a TODOS los bienes y para TODOS los ciudadanos, con lo cual, ya deberías quitarlo de tu análisis por improcedente.

2) Señala que una maestra a cargo de varios turnos paga impuesto a las ganancias.
a) ¿hay muchos docentes que trabajen más de dos turnos? ¿y que entonces tengan la antigüedad suficiente para ganar más de $15 mil por mes sin ninguna carga de familia? ¿tantos casos son María Julia?
b) Si lo hacen en establecimientos diferentes el impuesto no aplica porque ninguno actúa como agente de retención de lo que abona el otro.

3) Menciona trabajadores que no quieren hacer horas extra porque el plus va a impuestos. Otra vez ¿son muchos los casos que conocés? ¿te animás a citarlos? Porque seguro, deben estar muy bien asesorados por los sindicatos para estar atentos a que no ocurran estos casos.

4) Habría jurisdicciones que retienen el impuesto sobre sueldo en negro. ¿estás realmente segura de esto?
NO se puede aplicar descuento de impuesto a las ganancias sobre lo cobrado en “negro”.
a) Nadie en su sano juicio lo haría porque sería reconocer el pago de ese salario y sería pasible de que se incluya dicho monto en futuros reclamos.
b) Si tenés los casos, por favor denuncialos, pues de lo contrario sos cómplice de quienes precarizan a sus trabajadores, así sean privados, o el Estado, tanto nacional, como provincial o municipal.

5) Además, al trabajador registrado (parece que le molesta el trabajo registrado, como corresponde) le retienen jubilación, obra social, y PAMI.
A ver querida… PAMI es un organismo de prestaciones médico asistenciales, no el motivo de la retención.
De todas formas, esto es un derecho adquirido del trabajador, no un castigo. ¿por qué hay gente que no logra entender estas conquistas?

6) Sigue con Gastos que, si se tiene la suerte de poder pagarlos, pueden ser descontados del impuesto a las ganancias como el pago de empleadas domésticas, prepaga, seguros, etc. Estás por hacer la comparación con la gente que cobra la AUH. ¿De qué te estás quejando?
El ejemplo de un trabajador que no puede deducir el alquiler del pago de Ganancias lo comparto. Pero da para una nota aparte por ser muy extenso para explayarme aquí.

7) Según María Julia un asalariado trabaja la mitad del año para pagarle a la AFIP. Está errada.
La AFIP cobra IVA y Ganancias. La obra social no la cobra AFIP y la jubilación no es dinero perdido, sino una inversión y un derecho al cobro futuro. Para que lo entiendas, suponé que ponés un plazo fijo a 25 años, en el banco de la ANSES (que te puede no gustar, pero así seguro que lo entendés mejor).
Luego, Todos los asalariados (y menos la de sus ejemplos) no pagan el máximo.
Es decir, que no llega al 35% de ganancias ni tampoco al 21% de IVA (porque cuando compra productos sin pedir factura, por más que no pague menos, a la AFIP no le va el 21% de esa compra, sino de la parte que el comerciante compró en blanco, si lo hizo).
Pero bueno, sigamos adelante porque esta discusión bizantina la tenemos siempre con los que gustan de desfinanciar al Estado, para luego pedirle más Educación, Seguridad y Salud entre otros reclamos.

8) Dudo que un tercio de la recaudación de Impuesto a las Ganancias sea de cuarta categoría. Si es así, lo que se debe denunciar no es esta carga (de las menores del mundo) sino la falta de fiscalización a aquellas empresas que como señaló la Presidenta, se la llevan en pala.

9) Y luego dice “Es muy loco porque el salario no es ganancia. La ganancia es lo que tienen las empresas y no los trabajadores que venden su fuerza de trabajo”.
Correcto María Julia. Acá la falta es del legislador que no lo denominó correctamente. Te propongo cambiar el chip. Dejá de decirle ganancias, y decile ingresos. El error no es tuyo en este caso, pero seguro que ya no te resulta tan injusto.

Y luego de este compendio de lugares comunes sin ningún sentido, llegamos al punto donde María Julia va a demostrar su más manifiesta falta de análisis y de solidaridad con los desprotegidos.

La segunda parte de la nota, muestra los diferentes ejemplos comparativos.
(Yo tenía que escribir una nota sobre el 40 aniversario de Arturo Jauretche, no detenerme a contestar esta nota)

Aunque creo que don Arturo se haría una panzada, sin lugar a dudas con una publicación así. Porque a María Julia, le sale la medio pelo que lleva adentro y venía escondiendo y se pone a comparar dos grupos de casos.

Por un lado, la chica bien, profesional independiente, madre sola de una criatura. O la otra profesional, empleada en una multinacional con un gran sueldo bruto.
A las que va a comparar con la familia que cobra la AUH, el plan Progresar y un salario en negro, todo junto.

Pero antes recuerda que según afirman los “economistas genios” de la Gran Makro, se trata de un problema que afecta a una porción muy chica de la población porque la mayoría de los trabajadores argentinos cobra un promedio de 6 mil pesos.

Sí María Julia, es así. Si ese es el promedio salarial EN BLANCO, es porque aún hay empleadores (públicos y privados) que abonan parte en negro y porque además, si existe un salario mínimo, es porque muchas empresas sólo blanquean hasta ese monto o poco más, excepto en los casos en los que el sindicato puede traccionar hacia arriba dichas cifras. Y siempre son muchos más los que ganan poco, que los que ganan mucho (imaginá que si sólo el 10% de los asalariados registrados tributa ganancias – sueldos por sobre $ 15 mil – y el promedio de salarios es de $ 6 mil, hay un porcentaje muy alto de trabajadores cobrando menos de esa cifra de manera formal).

Pero eso no tiene que ver con los índices de pobreza, pues estos se miden por grupo familiar, y así, si hay varios trabajadores cobrando el mínimo en un hogar, puede ser que no caigan debajo de ese umbral, que además es actualmente sin dudas y más allá de cualquier discusión sobre el número exacto, uno de los más bajos de la historia.

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Pero volvamos a los casos que expone María Julia.

A) La profesional de la actividad privada no merece análisis. Gana 43 mil pesos y le quedan 30 de bolsillo. Un sueldo al cual no llega ni el 1% de los asalariados en relación de dependencia del país. Un ejemplo buenísimo...
Si le descontaran completo el 17% de aportes, las ganancias no llegan al 13% de su sueldo. El porcentaje es mayor si lo miramos sobre la base real de cálculo, pero las invito a que averigüen qué descuentos se hacen en Europa por ejemplo para escalas salariales similares…
Hace mención al colegio doble turno de los chicos. Supongamos que aquí tenemos a una familia tipo, que la profesional es casada y tiene dos hijos (y no consideremos los ingresos que podría o no, tener el marido).
Esta profesional asegura, recibió educación pública. Lástima que no parezca muy interesada en devolverle al país parte de todo lo que este invirtió en su formación.

Dejemos entonces el caso anterior por muy sesgado, y centremos el análisis en los otros dos casos.

B) La profesional independiente, para una familia de dos personas, declara ingresos por 8000 pesos y descuenta 500 como monotributo (jubilación, obra social y ganancias), 3 mil de colegio (una inversión fuerte) y otro tanto de gastos de comida. Es cierto que el resto no deja margen. Pero, son dos personas, y trabaja para los principales medios gráficos del país, que no son muy buenos pagadores que digamos, ni dan gran trato a sus trabajadores, sean estos de planta permanente o contratados, como la señora en cuestión.

C) La familia (acá ya necesitó a 7 personas) que cobra la AUH. Madre sin trabajo, con 5 hijos, un marido que trabaja en negro por menos que un sueldo mínimo, uno de los hijos mayor de 18 años que recibe además de la anterior, el subsidio del plan Progresar.
Es decir que, antes de empezar a analizar, ya estamos comparando a una familia de dos personas, con una de siete. Además, estás sumando ingresos de AUH y Progresar en uno de los hijos. Ni esa delicadeza tuviste.

Y hasta acá llegó mi corrección en el lenguaje.
Porque lo que sigue es rayano con la hijaputez más amplia. Y leemos.

La AUH fue un proyecto de Carrió que el kirchnerismo se apropió. 
No. Llevó adelante una buena idea, que debe ser temporal, no permanente, y ello está claro para la Presidenta antes que nada.

Es de muy mala intención mencionar que los chicos que perciben la AUH en muchos casos no están vacunados ni van al colegio. 
Primero que nada porque es desconocer el importantísimo aumento de matrícula escolar que se produjo a partir de la implementación del programa.
Y peor aún, es acusar a los maestros, de firmar los documentos para que sus familias cobren el beneficio, haciéndolos cargo de un daño terrible para el futuro de dichos pibes. Todo ello sin considerar la franja etaria para la cual la educación es OBLIGATORIA más allá de la cobertura social de la AUH.
O tal vez, otra vez estemos frente a un caso que conoce y del cual prefiere ser cómplice para poder volcarlo en una nota. Si así fuera, más triste todavía.

Entonces no contenta con lo anterior, insiste a través de la estigmatización.

Porque la familia bajo análisis tiene 5 hijos. Para complicarla más y facilitar su nota, a uno de los chicos, le asestó una discapacidad, de modo que pueda cobrar $ 2100 de asignación. No se animó a meterlos a los siete en una casilla de chapas de cualquier asentamiento de la ciudad porque ya hubiera sido muy notorio su desprecio.

Así, sumando 2100 de un hijo, más 2600 de los otros cuatro, más 600 del que además de cobrar la asignación universal se anotó en Progresar (que como puse arriba es incompatible con la AUH) y los 3500 del sacrificado marido que los cobra en negro, tenemos una familia que está todo el día en la casa (son todos ni ni) y gana en total casi 8.800 pesos, de los que casi el 60 % lo pagaría el Estado. O como dice ella, “vos”, o sea, el lector.

En realidad aquí debería detenerme para no seguir, porque si ni siquiera se tomó la delicadeza de ver que AUH y Progresar son complementarios (si hasta recuerdo que lo expresó la Presidenta en el discurso de presentación del último plan) y no superpuestos, está claro que escribió la nota de un tirón sin pensar ni medir consecuencias.

Me recuerda a los que dicen que los arquitectos pagan en negro porque los obreros piden no cobrar en blanco para además cobrar la AUH. Entonces para ahorrarse unos pesos, prefieren ser delincuentes al negrear a los trabajadores y/o cómplices de una estafa al Estado. Sí, a vos, a mí y a ellos mismos.

Y por supuesto, el lector de María Julia terminará de leer la nota y de allí se irá a decir que con su laburo banca a esos vagos, que casi siempre son luego negros, villeros y de mierda (porque poquisimo faltará para que lo diga pero nada para que lo piense).

Y termina diciendo que “en Argentina parecería ser que todo está pensado para asistir no a los que ya lograron algo en la vida a través de su propio esfuerzo, sino a quienes confían por entero en la asistencia estatal”.
Sí señora, así es y debería ser siempre. ¿Qué aprendiste por solidaridad?.

¿Qué diferencia hay a decir que durante el primer peronismo les daban departamentos y vendían la grifería, o que hacían el asado con el parquet? ¿Se entiende que es de una hijaputez enorme el comentario? Esta chica tenía las ideas bien plantadas. ¿Qué le pasó? ¿no entiende o no mide lo que dice?

Termina la nota diciendo que por ello “no tienen incentivo para progresar, y por tal razón, hay violencia en las calles”.
Flaca, poné pantaneras porque derrapás de un lado a otro.
¿A vos te parece que una familia de 7 personas con un ingreso per cápita de $40 diarios va a tener ganas de quedarse cruzada de brazos en la comodidad de la AUH sin buscar mejorar esa situación en la que no eligen estar?
Resulta peligroso creer (y más decirlo) que porque no tienen un ingreso suficiente van a salir a realizar actos de violencia.

Al terminar la nota siento indignación, pero mayormente mucha lástima por esta chica. Ocurre que no puedo dejar de pensar cómo fue que aquella notera comprometida que acompañaba al recordado Juan Castro o hacía informes jugados luego en La Liga, y que fuera la cara del programa que nos muestra las mentiras de los medios, haya caído en la trampa de escribir sin chequear lo que publica.