No es normal que escriba muy seguido
aquí, aunque me gustaría.
Escribir como homenaje a
Jauretche hizo que me extendiera, y al leer los diarios del 25 de mayo, me
dieron ganas de sumar unas líneas más al homenaje.
Imaginaba luego de ver el
recordatorio de parte de varios miembros del Instituto de Revisionismo
Histórico Manuel Dorrego el domingo pasado en Miradas al Sur, que habría algo
más para ver en los diarios de hoy.
Dejo como postre de cada semana la habitualmente
brillante columna dominical del diario Tiempo Argentino escrita por Hernán
Brienza. Pero hoy, al leer el título, ya no pude esperar. Además el título era
picante.
Allí se pregunta si no ha llegado el
momento para el Peronismo (nadie pide en política para los ajenos y era hora
que declararas tu pertenencia de nuestro lado, Hernán) consiga, en tanto
expresión principal del Pensamiento Nacional, superar, y tal vez traicionar a
Arturo Jauretche.
Cuesta leer la palabra traición luego
de que Eduardo Duhalde dijera alguna vez que el peronismo tiene un Día de la
Lealtad y 364 de la traición. No lo comparto; asusta la mención. Por eso
prefiero hablar de superación, a riesgo incluso de no interpretarte
correctamente e invalidar el razonamiento siguiente.
Yo creo Hernán, que si los peronistas
(y me permito incluir al resto del campo del pensamiento nacional) traicionamos
a don Arturo Jauretche, habremos bajado definitivamente nuestras banderas. Aunque
no creo que sea tan literal tu posición.
Espero no estar interpretándote mal si
comparto que debemos encontrar un autor, pensador o guía que lo supere, y nos
sirva de referencia con una versión adaptada al siglo XXI a todos quienes adscribimos
a dicha corriente, mayoritariamente peronistas y kirchneristas, por lógicas
razones.
El mismo Jauretche como
revolucionario que fue, sabía y aceptaba, que toda revolución se lleva puestos
a los padres de las mismas.
Quienes adherimos al pensamiento
nacional adscribimos también al revisionismo histórico, que nos enseña a ser
revisionistas incluso de nuestras propias obras. Me gusta más la revisión
permanente, que la traición, porque va de suyo esa superación que marqué antes.
De todas formas, me parece que algo
no fue tomado en consideración.
Jauretche SIEMPRE escribió durante
épocas de RESISTENCIA.
En la década infame y durante la
resistencia peronista. Por ello fue como puse en una nota anterior un
revolucionario.
En cambio ahora, somos gobierno. La
forma de escribir y de pensar es diferente como gobierno ((in)formativa,
defensiva) que como resistencia (confrontativa) como le tocó a él, que incluso
es distinta a la de cualquier oposición democrática.
Además, hay otras prioridades. Como expresaste
tiempo atrás en otra editorial, lo más importante para el peronismo de la hora es
pensar de qué manera conservar el poder. Aunque tal vez, esta idea, y la del
nuevo revisionismo deban ir juntas y sean parte del mismo fin.
Es cierto que en tal caso, los
ideales y los paradigmas, deben mantenerse. Pero tal vez, por estar muy
preocupados en defender el modelo nacional y popular, no supimos notar esta
necesidad de primero mantener el poder, y luego enamorar a la sociedad con un
pensamiento nacional que evolucione y se adapte a los tiempos que corren, y que
sea abrazado por el pueblo, recordando,
pero a la vez superando, las consignas que nos legó Jauretche.
Si es esto lo que estuviste pensando
o tratando de expresar, quiero decirte una vez más, que creo que ves más allá
que varios de nosotros; en ese sentido sos un adelantado.
(no me extrañaría; no dudo que algo
parecido habrá pensado Cristina Fernández al elegirte para ser el primer
entrevistador de su ciclo de charlas).
Hernán, a pesar de haberte visto
pocas veces, en cada oportunidad que me fue posible te he expresado cuánto te
aprecio. Afecto que nace de leer en tus columnas, la palabra justa y que se
refuerza en el hecho de ser contemporáneos, lo cual me parece que me permite
apreciar mejor esa calidad.
Por ello me permito plantearte un
desafío. Y creo que es el mejor homenaje que le podemos hacer hoy a Jauretche.
Me parece sinceramente (y con esto
cierro) que sos el más adelantado pensador nacional y popular de la nueva
generación.
Y que por tal motivo sos el más
adecuado para hacer punta en llevar adelante la tarea que pedís.
No serán los políticos, enfrascados
en la tarea de la gestión quienes puedan llevar adelante la tarea. Van a
necesitar un equipo que colabore con semejante “tormenta de ideas”. Sos el más
adecuado para ser la guía.
Y no tengo dudas de que el peronismo
tiene usinas de trabajo que te pueden acompañar.
Si te animás a tomar este desafío, me
pongo a tu entera disposición.
(Voy a usar una digresión típica de Brienza para incluir aquí el último homenaje a Jauretche de esta serie. Don Arturo decía que si miráramos el
planisferio de manera invertida, el mundo se vería diferente. El Instituto
Geográfico Nacional comenzó a hacerlo (obtuve una copia en la reciente Feria
del Libro). Copio la imagen del mismo a continuación, a la espera de la
publicación definitiva en el sitio web del organismo, a quienes aprovecho para
felicitar con enorme orgullo argentino, por tal excelente idea).
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