jueves, 29 de mayo de 2014

Inseguridad y Evasión Impositiva

Existe de un tiempo a esta parte un debate en la sociedad toda en torno al "flagelo" de la inseguridad instalado mayormente desde la agenda de los medios dominantes de la comunicación pública.

Partamos de la base de que, las demandas de mayor seguridad, educación y salud, son siempre justificadas y que nunca alcanza con lo hecho, aún cuando fuera excelente.

Días atrás trascendió que se encontró una actividad de evasión de impuestos en una empresa de comercialización de granos, asociada a una familia vinculada al automovilismo, dándose la evasión precisamente en relación a esta actividad deportiva.

Lo del automovilismo ya no es tan secreto a voces. Muchisimos de los sponsors de la actividad, son empresas agroganaderas. Pero también están allí las más importantes del país, de una gran diversidad de rubros. O sea, hay muchísimo para investigar en dicho ambiente. (Teléfono AFIP).

Lo cuestionable es que por ejemplo, el Estado Nacional fomente este comportamiento (y sea en cierto modo cómplice del daño que recibe) al girar dinero del programa Automovilismo para Todos hacia un ámbito en el cual muchos de los pilotos solventan su hobby, en la desfinanciación del mismo Estado.

Aprovecho entonces el párrafo anterior para hacer un llamado de atención a quienes forman parte de la función pública, en cualquier ámbito, pues antes que nada, su obligación es defender los intereses de la ciudadanía toda, desde dicha función, a través del cuidado de los recursos del Estado.

Volviendo al tema principal, se mostró el ejemplo como un caso de evasión impositiva. Ni que hablar la situación de varias de las principales comercializadoras de granos multinacionales que perdieron su registro otorgado por el Estado para llevar adelante tales actividades, por maniobras muchísimo mayores en volúmenes negociados con fraude al erario público.

Toda esta gente a la que "le interesa el país" es abonada de las páginas de los medios de la cadena del desánimo.
No hace falta hojear muchos ejemplares del diario La Nación para encontrar frases del tipo "el campo financia al país" y "la presión impositiva que soporta es altísima" o "el dinero se despilfarra en los vagos que cobran la AUH" y otras sandeces semejantes.

La realidad muestra que la actividad agroganadera tiene una fuertísima evasión impositiva.
Pero no porque sea la mejor aceitada es la única. El comercio sin entregar factura también lo es y también es consecuencia de dichos comportamientos la dificultad de perforar el piso de un tercio de la población económicamente activa con trabajos no regularizados.

Tal vez no dependa del ciudadano común que compra la sensación de inseguridad la evasión de las grandes empresas, pero sí tenemos culpa en el chiquitaje, que sumado, es la parte más importante¿todos nosotros como ciudadanos asumimos la responsabilidad de pedir la factura al comercio que nos vende?)
Es decir, es hora de que además de pedir, hagamos nuestra parte. Pero, como todos piden, sigo adelante con el eje de esta publicación que es el reclamo por la inseguridad, que se resume en la siguiente fórmula:

Mayor evasión es menos policia y menos seguridad.
En idioma de la calle, a más culos sucios, más delitos. Depende de nosotros.

Los impuestos que pagamos son la fuente de la inversión estatal en los servicios básicos que debe brindar a la población, como salud, educación y seguridad.

El reclamo por mayor seguridad no debe ser únicamente declamativo. Al país lo formamos entre todos.
No tiene obligaciones sólo el Estado. También la ciudadanía. Y cualquier falta, de cualquiera de ambos lados, no habilita nunca a responder con otra falta desde el otro.

Existe mucha hipocresía en nuestro país. Se llenan la boca alabando linchamientos o pidiendo la pena de muerte.
El linchamiento en tanto expresión más acabada de la justicia por mano propia, no se acepta en ninguna de sus formas. Tampoco en la relación entre Estado y contribuyente. Es decir, si los ciudadanos no cumplen con el pago de sus impuestos, el Estado no está habilitado para cerrar hospitales o escuelas. Y de la misma manera a la inversa. Creer que los funcionarios a cargo del Estado no cumplen con sus obligaciones, no nos habilita a evadir los impuestos y desfinanciarlo. Es parte de nuestro contrato social para vivir como una comunidad organizada.

Y que la política no nos tape el bosque. El Estado somos todos.
El gobierno de turno solo lo administra durante cuatro años renovables por nosotros mismos.


¿Con qué autoridad moral puede pedir mayor seguridad quien evada sus obligaciones fiscales o bien no haciéndolo no sea capaz de denunciar aquellos actos de evasión de los que tomara conocimiento?
(ojo que no pido caza de brujas sino un cambio de actitud que nos involucre a todos).

¿Somos conscientes de que la evasión de impuestos tiene como consecuencia la desfinanciación del Estado y que ello redunda en la falta de los servicios que se reclaman?

Desde aquí acompaño cualquier pedido de más y mejor justicia. Pero que haga cada cual su parte.
Si la ciudadanía prefiere seguir ganando un peso más a costa de la desfinanciación del país en el que elige vivir, debe aceptar hacerlo en las condiciones que contribuye a tener.

Tal vez entendiendo el origen de los problemas (no espere el ciudadano que se los muestre la televisión xq a ellos les convienen sus lamentos) hagamos nuestra parte para tener una mejor sociedad y más justa (no solo socialmente que debería darse por entendido) sino también lo que a la administración de seguridad y justicia se refiere.

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