En el día de ayer la periodista María Julia Olivan publicó esta nota en el sitio web de Infobae.
Me resulta incalificable.
Ojalá puedan leerla más de una vez como me animé yo, para poder escribir todo esto que sigue. Cosas como esta, son las que no tenemos que dejar pasar.
Parece que no es la primera vez
que escribe sin chequear, y queda expuesta a ser fácilmente rebatida.
La nota es un compendio de lugares
comunes de “señoras gordas” como no le gustó que la llamaran días atrás en TV, pero donde parece que se esfuerza en
ubicarse. Aclaro que este término no lleva estigmatizaciones para con quienes sufren la
obesidad, que es una enfermedad y una epidemia de nuestro tiempo, sino que explica a la gente que opina desde la
comodidad de tener la vida resuelta fácilmente sin esfuerzo (que consta que no
es su caso).
La nota arranca suave, con una lección de economía de entrecasa, toda mezclada y mal hecha.
1) Hace mención a la carga
impositiva de ganancias para los asalariados (que solo alcanza al 10% de ellos)
y el IVA generalizado a los bienes de consumo. Este último alcanza a TODOS los
bienes y para TODOS los ciudadanos, con lo cual, ya deberías quitarlo de tu
análisis por improcedente.
2) Señala que una maestra a cargo
de varios turnos paga impuesto a las ganancias.
a) ¿hay muchos docentes que
trabajen más de dos turnos? ¿y que entonces tengan la antigüedad suficiente
para ganar más de $15 mil por mes sin ninguna carga de familia? ¿tantos casos
son María Julia?
b) Si lo hacen en establecimientos
diferentes el impuesto no aplica porque ninguno actúa como agente de retención
de lo que abona el otro.
3) Menciona trabajadores que no
quieren hacer horas extra porque el plus va a impuestos. Otra vez ¿son muchos
los casos que conocés? ¿te animás a citarlos? Porque seguro, deben estar muy
bien asesorados por los sindicatos para estar atentos a que no ocurran estos
casos.
4) Habría jurisdicciones que
retienen el impuesto sobre sueldo en negro. ¿estás realmente segura de esto?
NO se puede aplicar descuento de
impuesto a las ganancias sobre lo cobrado en “negro”.
a) Nadie en su sano juicio lo haría
porque sería reconocer el pago de ese salario y sería pasible de que se incluya
dicho monto en futuros reclamos.
b) Si tenés los casos, por favor
denuncialos, pues de lo contrario sos cómplice de quienes precarizan a sus
trabajadores, así sean privados, o el Estado, tanto nacional, como provincial o
municipal.
5) Además, al trabajador
registrado (parece que le molesta el trabajo registrado, como corresponde) le
retienen jubilación, obra social, y PAMI.
A ver querida… PAMI es un
organismo de prestaciones médico asistenciales, no el motivo de la retención.
De todas formas, esto es un
derecho adquirido del trabajador, no un castigo. ¿por qué hay gente que no
logra entender estas conquistas?
6) Sigue con Gastos que, si se
tiene la suerte de poder pagarlos, pueden ser descontados del impuesto a las
ganancias como el pago de empleadas domésticas, prepaga, seguros, etc. Estás
por hacer la comparación con la gente que cobra la AUH. ¿De qué te estás
quejando?
El ejemplo de un trabajador que no
puede deducir el alquiler del pago de Ganancias lo comparto. Pero da para una
nota aparte por ser muy extenso para explayarme aquí.
7) Según María Julia un asalariado
trabaja la mitad del año para pagarle a la AFIP. Está errada.
La AFIP cobra IVA y Ganancias. La
obra social no la cobra AFIP y la jubilación no es dinero perdido, sino una
inversión y un derecho al cobro futuro. Para que lo entiendas, suponé que ponés
un plazo fijo a 25 años, en el banco de la ANSES (que te puede no gustar, pero
así seguro que lo entendés mejor).
Luego, Todos los asalariados (y
menos la de sus ejemplos) no pagan el máximo.
Es decir, que no llega al 35% de
ganancias ni tampoco al 21% de IVA (porque cuando compra productos sin pedir
factura, por más que no pague menos, a la AFIP no le va el 21% de esa compra,
sino de la parte que el comerciante compró en blanco, si lo hizo).
Pero bueno, sigamos adelante
porque esta discusión bizantina la tenemos siempre con los que gustan de
desfinanciar al Estado, para luego pedirle más Educación, Seguridad y Salud
entre otros reclamos.
8) Dudo que un tercio de la
recaudación de Impuesto a las Ganancias sea de cuarta categoría. Si es así, lo
que se debe denunciar no es esta carga (de las menores del mundo) sino la falta
de fiscalización a aquellas empresas que como señaló la Presidenta, se la
llevan en pala.
9) Y luego dice “Es muy loco
porque el salario no es ganancia. La ganancia es lo que tienen las empresas y
no los trabajadores que venden su fuerza de trabajo”.
Correcto María
Julia. Acá la falta es del legislador que no lo denominó correctamente. Te
propongo cambiar el chip. Dejá de decirle ganancias, y decile ingresos. El
error no es tuyo en este caso, pero seguro que ya no te resulta tan injusto.
Y luego de este compendio de
lugares comunes sin ningún sentido, llegamos al punto donde María Julia va a
demostrar su más manifiesta falta de análisis y de solidaridad con los
desprotegidos.
La segunda parte de la nota, muestra los diferentes ejemplos comparativos.
(Yo tenía que escribir una nota
sobre el 40 aniversario de Arturo Jauretche, no detenerme a contestar esta nota)
Aunque creo que don Arturo se haría una panzada, sin lugar a dudas con una publicación así. Porque a María Julia, le sale la
medio pelo que lleva adentro y venía escondiendo y se pone a comparar dos grupos
de casos.
Por un lado, la chica bien, profesional
independiente, madre sola de una criatura. O la otra profesional, empleada en una multinacional con un gran sueldo
bruto.
A las que va a comparar con la
familia que cobra la AUH, el plan Progresar y un salario en negro, todo junto.
Pero antes recuerda que según
afirman los “economistas genios” de la Gran Makro, se trata de un problema que
afecta a una porción muy chica de la población porque la mayoría de los
trabajadores argentinos cobra un promedio de 6 mil pesos.
Sí María Julia, es así. Si ese es
el promedio salarial EN BLANCO, es porque aún hay empleadores (públicos y
privados) que abonan parte en negro y porque además, si existe un salario
mínimo, es porque muchas empresas sólo blanquean hasta ese monto o poco más, excepto
en los casos en los que el sindicato puede traccionar hacia arriba dichas
cifras. Y siempre son muchos más los que ganan poco, que los que ganan mucho
(imaginá que si sólo el 10% de los asalariados registrados tributa ganancias –
sueldos por sobre $ 15 mil – y el promedio de salarios es de $ 6 mil, hay un
porcentaje muy alto de trabajadores cobrando menos de esa cifra de manera
formal).
Pero eso no tiene que ver con los
índices de pobreza, pues estos se miden por grupo familiar, y así, si hay
varios trabajadores cobrando el mínimo en un hogar, puede ser que no caigan
debajo de ese umbral, que además es actualmente sin dudas y más allá de
cualquier discusión sobre el número exacto, uno de los más bajos de la
historia.
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Pero volvamos a los casos que expone
María Julia.
A) La profesional de la actividad
privada no merece análisis. Gana 43 mil pesos y le quedan 30 de bolsillo. Un sueldo al cual no llega ni el 1% de los asalariados en relación de dependencia del país. Un ejemplo buenísimo...
Si le descontaran completo el 17%
de aportes, las ganancias no llegan al 13% de su sueldo. El porcentaje es mayor
si lo miramos sobre la base real de cálculo, pero las invito a que averigüen
qué descuentos se hacen en Europa por ejemplo para escalas salariales similares…
Hace mención al colegio doble
turno de los chicos. Supongamos que aquí tenemos a una familia tipo, que la
profesional es casada y tiene dos hijos (y no consideremos los ingresos que
podría o no, tener el marido).
Esta profesional asegura, recibió
educación pública. Lástima que no parezca muy interesada en devolverle al país
parte de todo lo que este invirtió en su formación.
Dejemos entonces el caso anterior por muy sesgado, y centremos el análisis en los otros dos casos.
B) La profesional independiente,
para una familia de dos personas, declara ingresos por 8000 pesos y descuenta
500 como monotributo (jubilación, obra social y ganancias), 3 mil de colegio
(una inversión fuerte) y otro tanto de gastos de comida. Es cierto que el resto
no deja margen. Pero, son dos personas, y trabaja para los principales medios gráficos del país, que no son muy buenos pagadores que digamos, ni dan gran trato a sus trabajadores, sean estos de planta permanente o contratados, como la señora en cuestión.
C) La familia (acá ya necesitó a 7
personas) que cobra la AUH. Madre sin trabajo, con 5 hijos, un marido que
trabaja en negro por menos que un sueldo mínimo, uno de los hijos mayor de 18
años que recibe además de la anterior, el subsidio del plan Progresar.
Es decir que, antes de empezar a
analizar, ya estamos comparando a una familia de dos personas, con una de
siete. Además, estás sumando ingresos de AUH y Progresar en uno de los hijos. Ni esa delicadeza tuviste.
Y hasta acá llegó mi corrección en el lenguaje.
Porque lo que sigue es rayano con la
hijaputez más amplia. Y leemos.
La AUH fue un proyecto de Carrió
que el kirchnerismo se apropió.
No. Llevó adelante una buena idea, que debe ser
temporal, no permanente, y ello está claro para la Presidenta antes que nada.
Es de muy mala intención mencionar
que los chicos que perciben la AUH en muchos casos no están vacunados ni van al
colegio.
Primero que nada porque es desconocer el importantísimo aumento de matrícula escolar que se produjo a partir de la implementación del programa.
Y peor aún, es acusar a los maestros, de firmar los documentos
para que sus familias cobren el beneficio, haciéndolos cargo de un daño
terrible para el futuro de dichos pibes. Todo ello sin considerar la franja
etaria para la cual la educación es OBLIGATORIA más allá de la cobertura social
de la AUH.
O tal vez, otra vez estemos frente
a un caso que conoce y del cual prefiere ser cómplice para poder volcarlo en
una nota. Si así fuera, más triste todavía.
Entonces no contenta con lo anterior, insiste a través de la
estigmatización.
Porque la familia bajo análisis
tiene 5 hijos. Para complicarla más y facilitar su nota, a uno de los chicos,
le asestó una discapacidad, de modo que pueda cobrar $ 2100 de asignación. No
se animó a meterlos a los siete en una casilla de chapas de cualquier
asentamiento de la ciudad porque ya hubiera sido muy notorio su desprecio.
Así, sumando 2100 de un hijo, más
2600 de los otros cuatro, más 600 del que además de cobrar la asignación
universal se anotó en Progresar (que como puse arriba es incompatible con la AUH) y los 3500 del sacrificado marido que los cobra en negro, tenemos una
familia que está todo el día en la casa (son todos ni ni) y gana en total casi
8.800 pesos, de los que casi el 60 % lo pagaría el Estado. O como dice ella, “vos”,
o sea, el lector.
En realidad aquí debería detenerme para no seguir, porque si ni siquiera se tomó la delicadeza de ver que AUH y Progresar son complementarios (si hasta recuerdo que lo expresó la Presidenta en el discurso de presentación del último plan) y no superpuestos, está claro que escribió la nota de un tirón sin pensar ni medir consecuencias.
Me recuerda a los que dicen que los
arquitectos pagan en negro porque los
obreros piden no cobrar en blanco para además cobrar la AUH. Entonces para ahorrarse
unos pesos, prefieren ser delincuentes al negrear a los trabajadores y/o cómplices
de una estafa al Estado. Sí, a vos, a mí y a ellos mismos.
Y por supuesto, el lector de María
Julia terminará
de leer la nota y de allí se irá a decir que con su laburo banca a esos vagos, que
casi siempre son luego negros, villeros y de mierda (porque poquisimo faltará
para que lo diga pero nada para que lo piense).
Y termina diciendo que “en
Argentina parecería ser que todo está pensado para asistir no a los que ya
lograron algo en la vida a través de su propio esfuerzo, sino a quienes confían
por entero en la asistencia estatal”.
Sí señora, así es y debería ser siempre. ¿Qué aprendiste por solidaridad?.
¿Qué diferencia hay a decir que durante el primer peronismo les daban departamentos y vendían la grifería, o que hacían el asado con el
parquet? ¿Se entiende que es de una hijaputez enorme el comentario? Esta chica
tenía las ideas bien plantadas. ¿Qué le pasó? ¿no entiende o no mide lo que
dice?
Termina la nota diciendo que por
ello “no tienen incentivo para progresar, y por tal razón, hay violencia en las
calles”.
Flaca, poné pantaneras porque
derrapás de un lado a otro.
¿A vos te parece que una familia
de 7 personas con un ingreso per cápita de $40 diarios va a tener ganas de
quedarse cruzada de brazos en la comodidad de la AUH sin buscar mejorar esa
situación en la que no eligen estar?
Resulta peligroso creer (y más
decirlo) que porque no tienen un ingreso suficiente van a salir a realizar actos
de violencia.
Al terminar la nota siento indignación, pero mayormente mucha lástima por esta chica. Ocurre que no puedo dejar de pensar cómo fue que aquella notera comprometida que acompañaba al recordado Juan Castro o hacía informes jugados luego
en La Liga, y que fuera la cara del programa que nos muestra las mentiras de los medios, haya caído en la trampa de escribir sin chequear lo que publica.